Estar en paz con tu cuerpo y mente es esencial para poder disfrutar de esta vida. En el momento que no sentimos esa tranquilidad, es importante saber qué nos está afectando en nuestra rutina diaria. Sean cuales sean tus inquietudes, es importante que aprendas a controlar la ansiedad naturalmente.
Por ese motivo, quiero inspirarte en el camino para poder recuperar la paz, el equilibrio y el bienestar emocional. De esta manera, podrás enfrentarte mucho mejor a cualquier tipo de situación. El final de esta trayectoria será cuando hayas alcanzado de nuevo la paz en tu cuerpo y mente. Déjame guiarte en este camino.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es un estado de nuestra mente no placentero que está acompañado de sensaciones como nerviosismo o desasosiego. Algunas de las características que también están presentes son el miedo y la preocupación. Sentirse ansioso como respuesta de nuestra mente ante situaciones estresantes, como por ejemplo, tomar una decisión importante o antes de hacer un examen.
Sin embargo, la ansiedad puede convertirse en un problema grave que puede afectar en cualquier momento y dificultar poder llevar una vida normal.
¿Qué se siente al tener ansiedad?
Cualquier persona puede verse afectada por la ansiedad. Esta puede verse reflejada de muchas maneras en nuestro cuerpo. En cuanto a síntomas psicológicos más comunes pueden percibirse sensaciones como la inquietud, irritabilidad o dificultad para concentrarse. Se suele estar en estado de hiperalerta y en tensión somática.
Cuando se sufre ansiedad también existen síntomas físicos como el cansancio, mareos, palpitaciones, tensión muscular, dolor de cabeza, insomnio, dolor de estómago, dificultad al respirar o falta de aliento, malestar general o ataques de pánico.
Causas de la ansiedad
Aunque un cierto grado de ansiedad sea necesario para afrontar ciertas situaciones, como por ejemplo, estar un poco nervioso antes de hacer una prueba puede hasta que nos sirva para concentrarnos mejor en la tarea y, de ese modo, estaremos más motivados en aprobar.
Sin embargo, en el momento que la ansiedad supera ciertos umbrales de nuestra mente o se mantiene muy prolongada en el tiempo, ya no puede considerarse algo adaptativo. Sentirse de este modo es lo que delimita la ansiedad puntual del mismo trastorno. ¿Te sientes en ese punto? ¿Sientes una angustia excesiva, malestar significativo y un empeoramiento de tu rendimiento?
Algunas personas toleran mejor que otras la ansiedad pero para poder delimitar el trastorno de la ansiedad adaptativa, siempre observo subjetivamente a aquellos que acuden a mi ayuda. Observo la interferencia que puedan tener en su día a día, la persistencia de esta en el tiempo y la intensidad de los síntomas.
Normalmente, existen trastornos de ansiedad en los que la vulnerabilidad genética tiene mucho que ver. De la misma manera que también tiene importancia la vulnerabilidad psicológica.
Causas ambientales
Nuestra salud mental se ve afectada por muchos factores que, en ocasiones, pasan desapercibidos. La combinación de agentes físicos como la manera en la qué vivimos y las personas que nos rodean, acaban configurando nuestro entorno.
Por ejemplo, una investigación de la revista Psicología Ambiental determinó que el lugar donde se ubica la vivienda de una persona puede desarrollar ciertos roles en su bienestar; el crimen o el miedo a la delincuencia serían un ejemplo.
Todo lo que nos rodea afecta a nuestro estado de ánimo; lo que vemos, escuchamos e incluso aquello que respiramos acaban influyendo en nuestro nivel de estrés. La mayoría de personas se ven afectadas especialmente por ciertos niveles:
- Nivel estético: aquellos espacios en los que existe un desorden pueden crear sentimiento de abrumación o ansiedad. En cambio, los espacios con un cierto orden transmiten en nuestro cuerpo y mente sensación de calma y paz.
- Nivel sensorial: iluminaciones, colores, sonidos, olores… la manera en la que sientes y percibes tu entorno es esencial para sentirte cómodo, relajado y seguro. Por ese motivo, con luces artificiales o con ruidos excesivos pueden provocar que te sientas más agitado. De la misma manera, los espacios fríos y oscuros pueden llevarte a sentirte desmotivado.
- Personas: comunicándonos indirecta o inconscientemente, los conflictos o las personas poco confiables en tu ambiente pueden resultar muy estresantes de tratar con ellas. Sin embargo, si se comparte el espacio con alguien que te transmite confianza, en el ambiente se respirará calma.
- Nivel cultural: es muy importante que conectes con personas que compartan su cultura y valores y se entiendan a un nivel más profundo. De lo contrario, se pueden llegar a sentir sentimientos de aislamiento y depresión.
Causas psicológicas
Para controlar la ansiedad naturalmente debes saber que, a parte de las causas ambientales, también debes valorar como tú mismo vives la vida. Es decir, cómo las vivencias nos afectan a cada uno de nosotros. La pérdida de un ser querido, de un puesto de trabajo, el diagnóstico de una grave enfermedad, una ruptura sentimental son algunas de las situaciones que provocan ansiedad en casi cualquier persona.
Por otro lado, existen personas más aprensivas que sufren ansiedad por problemas que aún no han ocurrido o por situaciones que todavía no han tenido lugar. Algunas de estas personas desarrollan miedos que probablemente nunca tengan, como por ejemplo, sufrir un accidente de tráfico. Estas preocupaciones vienen, en muchas ocasiones, tras sufrir experiencias traumáticas; mientras que, otras personas parece que hubieran nacido ya preocupadas.
Vivir con esa angustia permanente no beneficia a tu bienestar. Abrir los ojos y darse cuenta que necesitas ayuda es el primer paso, porque si tu no cuidas de tu salud mental, ¿quién lo hará?
Causas médicas
Aunque las enfermedades médicas no formen parte de las causas más frecuentes de la ansiedad, no deben descartarse. Algunas de ellas se ven relacionadas con algunos de los sistemas de nuestro cuerpo:
- Sistema endocrino: hipertiroidismo, feocromocitoma, hipercortisolismo o por el uso de corticoides.
- Sistema respiratorio: cardiacas; arritmias, insuficiencia cardiaca, asma; y pulmonares; asma o enfermedades pulmonares obstructivas crónicas.
También el abuso de ciertas sustancias y la abstinencia de otras puede provocar ansiedad:
- Abuso de la cafeína
- Intoxicación de drogas como cocaína, anfetaminas o cannabis
- Abstinencia al alcohol, heroína o metadona.
4 métodos para controlar la ansiedad naturalmente
Acabar con tu ansiedad con métodos naturales para nuestro organismo es posible, lee atentamente las siguientes funciones.
1. Respira conscientemente
Hacer ejercicios para controlar la ansiedad naturalmente es uno de los primeros pasos. Respirar lentamente, constantemente y enfocadamente son una gran manera de lidiar con ese estrés permanente. Cuando comienzas a sentir ansiedad o notas que el agobio va en aumento, debes controlar tu respiración conscientemente.
Entonces, en ese momento tu ritmo cardiaco disminuye, y la calma se irá apoderando del mal efecto en tu sistema nervioso. Tu cuerpo, poco a poco, se sentirá en paz cada vez más.
Un ejercicio que puedes llevar a la práctica es el siguiente. En cada una de tres respiraciones, inhala durante cuatro segundos, mantenga el aire por siete segundos y exhálalo durante otros ocho más. Cuatro segundos hacia adentro, mantenga durante siete segundos y ocho segundos hacia afuera. ¡Muy fácil! Eso sí, asegúrate de respirar por la nariz y expulsar el aire por la boca.
2. Visualiza
Visualiza uno de aquellos lugares que te transmitan paz y seguridad. Puede ser tu playa favorita, escuchando el sonido de las olas rompiendo en la orilla o bien; caminar por el bosque cerca de tu casa, respirar aire fresco y estar rodeado del verde de los árboles.
Donde sea que esté tu ubicación preferida, visualizate en ese lugar y utiliza los cinco sentidos para aliviar tu estrés.
Normalmente, la visualización también se utiliza en la meditación. Existen técnicas de meditación diseñadas para el estrés y la ansiedad. Ejercicios como este pueden proporcionarte un gran alivio del estrés. Tu mente se verá beneficiada y en paz.
3. Distráete con actividades
Seguramente no será la primera vez que lo escuchas, pero invertir tu tiempo en actividades es un buen método para controlar la ansiedad naturalmente. Pasamos demasiado tiempo encerrados en casa y debes saber que existen muchas actividades para mantenernos distraídos, creativos y en movimiento.
Aunque en ocasiones el hecho de pasar fuera tiempo de nuestras casas sea un gran causante de la ansiedad, ir a caminar o correr al aire libre es una gran manera de incorporar cierto ejercicio y movimiento en tu rutina diaria.
Incluir el ejercicio físico será una buena manera de canalizar el estrés pero realizar actividades que beneficien tu creatividad también resultará útil. Lee, escribe o escucha música… cualquier manera de distraerse y mantenerse ocupado es lo que necesita tu mente. Siempre encontrarás algo que hacer para reducir tu ansiedad.
4. Busca emociones opuestas
Otro gran recurso para mantener tu mente ocupada y que será útil contra tu ansiedad es realizar actividades que despierten emociones opuestas a lo que tu cuerpo y mente está experimentando. Cuando empieces a sentirte agobiado o ansioso, debes encontrar una actividad que te haga reír, relajarte o sentirte feliz.
Si estás triste, mira de realizar alguna actividad que provoquen tu risa o calmen tus sentimientos deprimentes, como por ejemplo leer o mirar algo gracioso o escuchar música alegre. De esta manera estarás ganando control en tu mente y, de la misma manera, más confianza a la hora de afrontar situaciones.
La clave es tener interés en aquello que genere alegría y comodidad. Por ejemplo, si te preocupas por las noticias del día en la televisión, coge el mando a distancia y cambia el canal. Busca alguna película de comedia o escucha tus géneros musicales que más te alegren.
Alivia tu ansiedad…
¿Te has sentido identificado leyendo este artículo? Buscar ayuda es el primer paso y yo quiero comunicarte que no estás solo. Nuestro cuerpo y nuestra mente son sabios y alcanzan límites que no conocías. Quiero darte las herramientas para poder regenerar la energía vital que creías perdida. Tendrás el control total de tu mente, llegando a una plenitud total del funcionamiento de tu cuerpo. ¿Quieres saber cómo hacerlo?
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